Muchos
investigadores y amantes del arte han sentido fascinación por esta
obra y por saber quien era el misterioso personaje que representaba la Lauda de Iñigo Lopes, pintada por Niculoso Pisano en 1503 en
azulejos, y que se conserva en la iglesia de Santa Ana de Triana
(Sevilla). Posiblemente esa atracción se deba a la leyenda que lo
envuelve, y que nadie , hasta ahora, a podido identificar al allí
retratado. En la parroquia no se han encontrado documentos que hablen
sobre la sepultura, ni referencia en otra parte que desvele la
incógnita. Todo esto lo acrecienta el hecho de haber sido borrado,
de forma intencionada ,una parte del texto que podría sacarnos de
dudas.
Algunos,
en la actualidad. atribuyen que la palabra eliminada de la cerámica
corresponde a la de Espartero. Supongo que se debe a la mención que
hace José Gestoso 1sobre
esta obra en la nombrada parroquia:
“(…)
Que la lápida de Iñigo López estuvo oculta hasta después de 1844,
es innegable,como dejamos dicho en la nota,pero, en cuanto al espacio
destruido dijese esclavo, fundamento de la tradición, ni
puede afirmarse ni negarse (...)”
En
este texto del historiador se pueden deducir tres cosas importante
; la primera que afirma que estuvo oculta hasta después de 1844, la
segunda y tercera que el espacio estaba ya destruido cuando apareció
y que no se puede demostrar que ahí pusiera esclavo, fundamento de la
tradición.
Es
lógico que sí hubiera aparecido en aquella fecha con el nombre
completo, sin la parte destruida, quedaría constancia , no siendo
necesaria la leyendas y tradiciones sobre la identidad del personaje
.
A
continuación nos dice:
“(…)
Del exámen minucioso que hicimos de los papeles del archivo de la
iglesia de Santa Ana, nada hemos podido vislumbrar que ilustre este
punto;(...)”
Nada
encuentra sobre la lápida o el personaje en el archivo parroquial,
seguidamente hace mención a lo siguiente:
“(…)
sí hemos visto mencionado con mucha frecuencia á Iñigo López ,
espartero que vivía en aquella collación a principios del siglo
XVI, (...)”
Esta
mención a Iñigo López, espartero, creo
que es la que ha llevado a relacionar
al artesano con el personaje al que se le dedica la lápida de
cerámica, pero
José Gestoso vuelve a insistir:
“(…)
pero ningún dato se encuentra referente á la sepultura suya en la
mencionada iglesia(...)”
Hasta
aquí llegamos a lo que dice Gestoso Pérez, dejando abierta la
adjudicación de la persona a la que se le dedicó la lauda
funeraria.
Por
otro lado, conectar con el general Espartero, que ya se encontraba
en el exilio francés desde 1843, la intención de borrar la palabra
espartero del azulejo no es posible, porque estuvo oculto desde mucho
antes de que naciera el general. El propio Gestoso así lo afirma en
la nota que recoge la tradicional leyenda del esclavo:
“(...)Que
estuvo oculto hasta nuestros días lo confirman con su silencio
cuantos autores se han ocupado detenidamente en hablar de las
antigüedades de esta iglesia. Todos tratan del altar de Santa
Cecilia, pero, ninguno mencionan tan curiosa obra de azulejaría
sevillana.(...)”
1José
Gestoso Pérez , Historia de los barros vidriados desde su origen
hasta nuestros días, Sevilla 1903, páginas 207 y 208.
Justino
Matute 1
, escribe
en 1818:
“(...)
Junto á esta capilla está el altar de santa Cecilia, ya descuidado
desde que faltó la capilla de música de esta iglesia, que cuidaba
de su culto, y celebraba con mucha decencia su festividad. Parece que
este altar fué de doña María de Alfaro, muger de Alonso Dávila de
la Carrera , quien por escritura que pasó ante Baltasar de Godoi,
escribano público de Sevilla en 7 de mayo de 1588, adjudicó á la
fábrica de santa Ana cierto tributo sobre unas casas, corral de
vecinos, que poseía en la Cava, linde con el hospital de la
Encarnación, por razón de haberle señalado el arco para construir
este altar y sitio para su bóbeda (I) Que fuese este, como así
mismo cual era la imágen que en él se colocó, se deduce de otra
escritura que otorgó ante Juan de Velasco en 5 de septiembre de
1603, por lo que funda una capellanía de misas , que se habían de
decir en el altar de santo Cristo, que está junto á la capilla del
Purgatorio, donde dice tenía su sepultura. (2)
(I)
Protocolo N.224.
(2)id.
N.730.(…)”
Hasta
aquí Justino Matute nos habla del altar de Santa Cecilia, de su
donante doña María de Alfaro, perteneciente a la influyente familia
de los Alfaro de Sevilla y del año 1588, donde se erige el mismo.
En aquella fecha , cuando se construye el altar, ya estaba el azulejo
que pintó Pisano y cubría la tumba de Iñigo Lopes pegado sobre el
muro de la nave de la Epístola donde apareció 1844, tras
desmontarse el altar de Santa Cecilia. También José Gestoso
recoge:
“(…)
fue el barón de Ch. Davillier en un artículo publicado en 1865
,(I) en el que todos los datos biográficos que expuso se redujeron á
estos breves renglones: << El nombre del autor de la lozas de
Sevilla, nos ha sido afortunadamente conservado, gracias á la
costumbre que tenía de firmar sus obras; se llamaba Niculoso
Francisco y añadía á su nombre ya Italiano ya Pisano: conocemos
pués su pátria de una manera cierta . Entre las obras suyas que
hemos podido descubrir, la más antigua lleva fecha de 1503 , y la
última de 1508(...)”2
“(…)
Pasa después el autor á describir la lauda sepulcral de Iñigo
López en Santa Ana de Triana, incurriendo en el error de bulto de
considerar a Iñigo López como un Prelado, escribiendo su epitafio
de la manera siguiente: <>(...)”3
Como
podemos comprobar en 1865, cuando el barón Jean Charles Davillier ve
la obra , atribuye el personaje a un prelado.
El
emplazamiento original de la lápida es acordado de forma general que
podría ser el suelo de la iglesia, como la mayoría de las tumbas
existentes en la actualidad. El motivo de quitarla de su lugar de
origen, muchos mantienen que puede deberse a la sustitución del
suelo,
Justino Matute opina
que era menos elevado y
fue reformado
a principios del sigloXV:
“(...)
No es difícil conocer que su antiguo pavimento estuvo ménos
elevado de como hoi se ve, al que se bajaba por algunos escalones,
según la práctica de edificar en aquellos tiempos: y yo sospecho
que á principios del siglo XV tuvo notable reforma, habiéndo
despues ampliado la capilla mayor sobre su fondo,(...)”4
1
Justino
Matute
y Gaviria
,Aparato
para escribir la historia de Triana, y de su iglesia parroquial.
Sevilla
1818, página
18
2José
Gestoso op. cit. Página 168
3José
Gestoso op. cit. Página 168
4Justino
Matute op. cit. Página 16 y 17Se
puede deducir que antes de 1588 fueron borrada las letras, que nos
esclarecerían la identidad del personaje representado.
Gestoso
hace referencia una vez a Iñigo Lopez, espartero, en la ya obra
citada en el capítulo dedicado al afamado y riquísimo ceramista
Martínez Guijarro, donde referencia todos los documentos que tienen
relación con él , aparece lo siguiente:
“(…)
Núm. 38 Iñigo Lopez, espartero, otorgó escritura de reconocimiento
de señorío de casas en Triana en favor de Gonzalo de Herrera, á 1
de Marzo de 1509. Dícese en este documento << que
por
razón que fernand martinez guijarro vuestro padre defunto que dios
aya nos ovo arrendado etc. >> (...)1
De
este documento se puede extraer lo siguiente, que cuando reconoció
el espartero como propietario de las casas que tenía arrendadas al
hijo de Martínez Guijarro, estaba vivo y era el año 1509.
Recordemos que la lápida esta fechada en 1503. También es cierto
que en aquella época, al igual que hoy, se reservaban las sepulturas
individuales y familiares .Por lo que podemos comprobar, en Santa
Ana es habitual que las familias influyentes o benefactores se
enterraran en las capillas o en el altar que habían mandado erigir o
sustentaban con capellanías de misas. No es costumbre rotular y
fechar una lápida con alguien vivo, y mucho menos retratarlo sobre
el lecho yacente al modo medieval.
Sí
descartamos al espartero ¿ quién puede ser?, esa es la pregunta que
nos hacemos, intentemos encontrar la respuesta, empecemos por algunos
detalles. A Gestoso le llamo la atención su vestimenta;
“(…)
Cierto que el traje de la figura de la láude, parece un tanto
raro(...)”2
Recordemos
que Charles Davillier lo atribuyo a un prelado, seguramente por su
vestimenta y por su representación funeraria a la usanza de los
nobles medievales.
Con
todos estos datos, propuse en un artículo en el año 2012, que
publiqué en mi bloc, la hipótesis de que podía ser, el allí
retratado, un miembro de la familia Mendoza ,y me aventure a nombrar
uno; Iñigo López de Mendoza y Luna II marqués del Infantado y III
de marqués de Santillana entre otros títulos. La hipótesis está
basada en algunos detalles que a continuación expongo.
Iñigo
López de Mendoza nació en Guadalajara 1438 y murió en alguna parte
de Castilla, también Sevilla era de la Corona Castilla, en el año
1500?.
“Al
llegar a la adolescencia, pasó a la corte real bajo la protección
de su tío Pedro González de Mendoza, entonces obispo de Calahorra,
que gozaba de gran influencia política. Los cronistas de los Mendoza
atribuyen a esta etapa formativa y, sobre todo, a la iniciativa de su
tío, la configuración de algunos de los rasgos determinantes del
carácter del futuro duque, como el amor a las letras y el arte,
signos de identidad de la estirpe a partir de la trayectoria de su
abuelo, el I marqués de Santillana
“3
La
importancia histórica del cardenal Pedro González de Mendoza
(1428-1495) es
de sobra conocida, pero sería interesante recordar algunos de sus
hechos. Fue arzobispo de Sevilla en1474,
y con el
apoyo de Rodrigo Borgia ,posteriormente
Alejandro VI, en
1473 es nombrado cardenal y tuvo un
papel muy importante en la introducción
del renacimiento.
“La
familia de los Mendoza ocupa un lugar destacadísimo tanto política
como artísticamente durante todo el
siglo XV y XVI, y Don Pedro es uno de los personajes más interesante
dentro del vasto ámbito familiar. Su nombre
ha sido unido repetidas veces a la introducción del renacimiento en
España”4
Recordemos
que el autor de la laude de Iñigo López es artista italiano,
Francisco Niculoso Pisano, que revoluciona la cerámica trianera
con sus formas renacentista y trae una
técnica novedosa.
Pedro
González de Mendoza elige para su enterramiento la
Catedral de Toledo y
no como sus antepasados el convento de San Francisco de Guadalaja,
tradición que inauguró otro Pedro Gónzalez de Mendoza (1340-1385).
“Con
la elección de enterramiento por parte de Pedro González de Mendoza
se inauguró una relación estrecha entre este linaje y el convento
de San Francisco de Guadalajara. Desde fines del siglo XIV Pedro
González y sus descendientes aportaron su patrocinio y, a cambio, la
orden franciscana les proporcionó un espacio para recordar la fama
de sus muertos y una tribuna para publicitar las virtudes del
linaje.”5
la
reconstrucción del convento
tras su destrucción en un incendio. Iñigo López
de
Mendoza (1398–1458) primer marqués de Santillana y conde del Real
de Manzanares continuó las obras, aunque fue uno de sus dos hijos
Pedro González de
Mendoza (1428–1495),1arzobispo
de Toledo y cardenal primado de España, el que más empeño puso en
la reconstrucción del convento. El otro hijo de Iñigo López de
Mendoza, Diego Hurtado (1417–1479), recibió el título
de
duque del Infantado en 1475 y a su muerte se le enterró en la
iglesia del convento que se-
guía
en obras.
El
cardenal Don
Pedro, estuvo muy vinculado a la orden
Franciscana y al convento de Guadalajara, pero a pesar de ello
mandó construir un panteón
renacentista en
Toledo, que
no se comenzó hasta después de muerto
.
“En
el presbiterio de la catedral toledana encontramos uno de los
primeros enterramientos en
España que nos habla de las nuevas
ideas sobre la muerte. Se trata de la tumba del cardenal Don Pedro
González de Mendoza”6
Dejando
la ejecución del mismo a su sobrino el
también cardenal
Diego Hurtado de Mendoza, arzobispo
de Sevilla desde 1485 hasta
que le sorprende muerte 1502, sin
empezar la obra encargada.
Posiblemente terminaría
el mandato su hermano Iñigo López de Mendoza y Quiñones, conocido
como El Gran Tendilla, sobrino también del cardenal Pedro Mendoza,
ya que algunos han querido ver la mano
del italiano Domenico Fancelli en el panteón.
El II conde de Tendilla tenía
1José
Gestoso op. cit. Página 165
2José
Gestoso op. cit. Página 208
3Real
Academia de la Historia Biografías
http://dbe.rah.es/biografias/16500/inigo-lopez-de-mendoza
4
Rosario Díez del Corral Garnica”Muerte y humanismo: La tumba del
cardenal Don Pedro González de Mendoza”. Boletín de la Real
Academia de Bellas Artes de San Fernando . Primer semestre de 1987,
n.º 64, página 2013
5Adolfo
Carrasco Martínez “Los Mendoza y lo sagrado . Piedad y símbolo
religioso en la cultura nobiliaria” . Cuaderno de Historia Moderna
25 monográfico, página 237. 2000
6
Rosario Díez del Corral Garnica”Muerte y humanismo: La tumba del
cardenal Don Pedro González de Mendoza”. Boletín de la Real
Academia de Bellas Artes de San Fernando . Primer semestre de 1987,
n.º 64, página 2013contratado
al artista Fancelli, al cual le encargo el sepulcro de su hermano en
Sevilla, al igual que el de los Reyes
Católicos en Granada. En ambos casos se
lleva la misma costumbre de la época,
enterrar de forma provisional a la espera de terminar las obras del
sepulcro definitivo.
El cardenal Hurtado fue enterrado en en
el convento de Santa Ana en Tendilla
(Gudalajara) donde murió, y siendo
posterior mente trasladado a su sepulcro definitivo en Sevilla. Los
Reyes Católicos fueron enterrados en el convento de San Francisco de
Granada hasta 1521 , que se terminaron
las obras que alberga el panteón en la catedral de Granada.
Iñigo
López de Mendoza II duque del Infantado
mostró su voluntad de ser enterrado en la iglesia del convento de
San Francisco de Guadalajara, al igual
que su padre, siguiendo la
tradición de sus antepasados.
Los testamentos de ambos se conservan Archivo
Histórico Sección Nobleza, del archivo de los duques de Osuna.
“Mientras
que las obras promovidas por el cardenal se llevaban a cabo, el
primer duque del Infantado continuó con la costumbre de sus
antepasados y se hizo enterrar en la iglesia, «donde están
sepultados los señores e progenitores míos, en el logar donde el
conde mi fijo con mis testamentarios o qualquier delIos acordare o
deputare».
De
igual forma procedió su sucesor, Iñigo López de Mendoza (1438-
1500), segundo duque.
El
convento de San Francisco quedó, pues, consagrado como el gran
centro religioso del linaje, ”1
Los
sepulcros del II y III duques del Infantado debió de ser de la
prestancia artística característica de los Mendoza. Solo hay que
ver la obra que hizo la esposa de Iñigo López de Mendoza , María
de Luna y Pimentel, para sus padres en la capilla que se estaban
construyendo en la catedral de Toledo.
“La
ambiciosa empresa de María de Luna se inicia con el encargo
el 21 de diciembre de 1488 de un retablo de Santiago a los pintores
Sancho de Zamora y Juan de Segovia y al entallador Pedro de Gumiel, y
pocos días más tarde, el 7 de enero de 1489 a Sebastián de Toledo
de un sepulcro doble para Álvaro de Luna y su esposa Juana Pimentel.
Para ello, María de Luna empleó los medios, conocimientos y
maestros que le proporcionaba la rica y culta corte de los Mendoza.
Baste señalar que los maestros Juan de Segovia, Pedro de Gumiel y
Sebastián de Toledo estaban en contacto con la familia Mendoza y sus
encargos artísticos en el actual territorio de Guadalaja-Toledo
“2
Los
túmulos funerarios que
tenían los primeros Mendoza en el presbiterio de la iglesia del
convento de San Francisco en Guadalajara han desaparecido, el
convento fue saqueado 1808 y convertido en fuerte militar. También
fueron partidas y profanadas, por
las tropas francesas, las
urnas de mármol donde estaban enterrado miembros de la Familia
Mendoza desde el siglo XVII
en la cripta de la iglesia. Ana
Mendoza y Enríquez
de Cabrera VI duquesa del Infantado manda
1Adolfo
Carrasco Martínez “Los Mendoza y lo sagrado . Piedad y símbolo
religioso en la cultura nobiliaria” . Cuaderno de Historia Moderna
25 monográfico, página 237. 2000
2Matilde MIQUEL JUAN
y
Olga PÉREZ
MONZÓN
“Entre
imaginería, brocados, colores, pinceles y el arte nuevo. Patronato
artístico femenino de María de Luna y la memoria paterna·Junio
de 2016: patrocinio y patrocinio de las mujeres en la Edad Media /
La monarquía española en la encrucijada de Europa· S-pania.
https://journals.openedition.org/e-spania/25527?lang=en
construir
un gran panteón bajo la iglesia desde el año 1628 hasta 1633.
Posteriormente es demolida esta cripta y mandada hacer nueva por Juan
de Dios Mendoza y Silva , realizando un monumento que puede
compararse a la cripta de los
Reyes en el Escorial.
La
importancia que le da la familia Mendoza a las
obras de arte y a
los monumentos funerarios en
particular, como un símbolo de
poder económico y político,
es innegable .
“(...)Pues
bien, un ascenso tan rápido era necesario consolidar lo creando la
imagen de ese poder y las obras de arte ofrecen recursos muy
apropiados para ello. El lenguaje artístico se convierte en un
instrumento que deja constancia del elevado nivel social, político y
económico de los Mendoza,(…)”
“(…)
Semejantes ingredientes requerirán también los
enterramientos o más aún, porque éstos permiten dar un paso hacia
la inmortalidad. (...)
“1
En
la Sevilla de finales del siglo XV y principios del XVI convergen a
parte de los dos cardenales al frente de la iglesia, de la familia
Mendoza, el adelantado
mayor y capitán general de Andalucía y de la frontera de Granada
Íñigo
López de Mendoza y
Figueroa
y
Catalina de Ribera (1447-1505), su madre fue María de Mendoza,
hija del I marqués de Santillana, por
lo tanto prima de Íñigo López de Mendoza y Luna.
Escribir
de Catalina de Ribera nos
llevaría muchas páginas , pero hay que anotar algunas de sus obras
más importante en la capital Hispalense , como el Hospital
de las cinco Llagas o el Palacio de la Casa de Pilatos. Una
obra que destaca entre todas
e
interesa anotar, es
el sepulcro de doña Catalina
de Ribera en el monasterio sevillano de Santa María de las Cuevas
encargado en 1520 al artista genovés Pace Gazini , aunque
no llegó a Sevilla hasta
1525,
unas de las más brillantes
obras del renacimiento en Sevilla
.
En
1504, un año después de la lauda sepulcral de Íñigo López en
Santa Ana de Triana, Francisco Niculoso Pisano realiza lo que será
para muchos autores su obra cumbre.
“En
el 1503 fechada la más endebles de sus obras;el sepulcro de Íñigo
López en la iglesia de Santa Ana, y en el 1504 , dos de las más
hermosas que conocemos; la portada de Santa Paula y el retablo de
azulejos del Alcázar “2
Se
debe considerar como una de sus obras más geniales del maestro
ceramista de Pisa la portada del convento sevillano de Santa Paula,
salvando la opinión del insigne historiador sobre la obra del
sepulcro de Iñigo López . Fue Isabel Enríquez quien corrió con
los gastos de tan genial obra y precisamente una sobrina suya es
madrina en el bautizo del hijo de Niculoso y dos canonigo de la
Catedral de Sevilla padrinos.
1ANA
ARANDA BERNAL” UNA MENDOZA EN LA SEVILLA DEL SIGLO XV. EL
PATROCINIO ARTÍSTICO DE CATALINA DE RIBERA” Atrio 10/11 Revista
de Historia del Arte . página 5 .2005
2José
Gestoso op. cit. Página 170“viernes
dia del nacimiento de nuestra señora a ocho de setiembre de 1508
batiza (sig) a juan batista fijo de niculoso francisco y de elena
del villar y fueron padrynos alfaro y solis canonigos de la
iglesia mayor de seuilla y madryna ysabel salvago y violante
de gudynis sobrina de la marquesa de portogal e batizolo el
bachiller alonso perez de las era”1
Es
sabido que la mayoría de los artistas italianos vinieron requeridos
por la nobleza o la jerarquía eclesiástica, y Niculo Pisano no
tenía que ser diferente al resto. Por lo que podemos comprobar las
relaciones con estos dos estamentos sociales son buenas. Todas las
obras que conocemos actualmente son realizadas para esa clase,
excepto la Lauda de Iñigo López, como sostiene algún autor.
A
Charles Davillier ,tal
vez debió
ocurrirle lo mismo que a mi, quisimos ver a un prelado o a un noble
en aquella imagen
representada. Cierto que al no existir datos documentales
cualquier hipótesis esta
abierta, pero
detengamosnos
en la posibilidad de un noble:
1º
La Lauda no estuvo en el
suelo, como se pensaba en un principio , sí no que pertenecía a un
conjunto funerario, Sí los azulejos hubieran estado en el suelo el
deterioro es diferente al que
se observa antes de la restauración:
Los
azulejos esmaltados con
vidriados del siglo XV, colocados en
el suelo en sitios públicos,
que nos han llegado presentan
un desgaste por rozamiento,
que hace perder el brillo y hasta el color en la mayoría de
ocasiones. Este tipo de daño
es observable a simple vista, las pieza tiene como aspecto
característico de esmalte áspero.
También
presenta la obra piezas rotas, en forma vertical a la disposición
del cuadro, que pueden deberse a las operaciones de descolacación
de su emplazamiento original, sí observamos se encuentra en línea.
No
era
usual que un ceramista, en aquella época, entregue tantas piezas
rotas.
Existen
piezas que claramente fueron
restauradas al fuego2
, posiblemente en tiempos de
Gestoso. Para un ceramista, en aquella época, presentaba más
dificultad restaurar y pintar zonas “rehuidas” 3
1José
Gestoso op. cit. Página 172
2Método
de restauración que utiliza esmalte , engobes , óxidos colorantes
cerámicos, etc. para reintegra zonas de las piezas afectadas, y
posteriormente sometidas al fuego. Esta forma restaurar fue
frecuente en Sevilla desde el siglo XIX hasta el último tercio del
siglo XX. No era frecuente, en siglos anteriores, una tercera
cocción de las obras cerámicas, de hecho se llama tercera cocción
a las técnicas de pintura cerámica que se empleaba
fundamentalmente en las fabricas de porcelana a finales del siglo
XIX y principios del XX .
3En
Triana se le suele llamar también huidos, picarazos o secos , con
estas denominaciones lo recoge Rafael Dómenech Martínez en su
libro el Azulejo Sevillano , página 223 ( Sevilla 1988).
José Gestoso recoge en la op cit.
Páginas 357- 358 un comentario sobre los huidos, picarazos o secos
que le salían a las piezas de fondo blanco en la Fábrica de
Mnsaque y Soto. “Anque no olvidó la alfarería
trianera del siglo XVIII, ni del siglo XVI, la fabricación de
azulejos planos… pintados sobre cubiertas plomíferas ó
estañíferas ,es lo cierto,que empleándose procedimientos toscos y
ordinarios no podían dejar de obtenerse resultados incompletos.
Consistían éstos, en que los vidriados ó cubierta
plomíferas, bien por las transformaciones ajenas al procedimiento,
carecían de brillantez , limpieza y recortado en el dibujo, y en
particular los fondo blancos que siempre aparecían con hendeduras
rectas, curvas o puntos que se conocen en la alfarería por los
nombres de huidos, picarazados o secos que
daban por consecuencia una superficie incompleta é ingrata á
la vista...”
Es muy
frecuente en la cerámica artística este tipo de defecto se
produce en los primeros momentos de la cocción, en el
calentamientos. Jordi Bruguera en su libro Manual Práctico de
Cerámica (Ed. Omega Barcelona 1986) nos
habla de este defecto del esmalte llamándole
“enmarcado”:
“Definición . Se trata del
levantamiento del esmalte, en placas más o menos grandes, quedando
la superficie del soporte visible y limpia. Causas.
Entre las causas que pueden dar lugar a este salteado -Contaminación
del soporte por sustancias grasas , polvo
o arena, lo que impide la fijación del esmalte”
de
esmaltes que realizar la pieza nueva y sobre todo en este
caso, que las zonas afectadas no eran las más comprometidas.
Podemos
deducir que realmente esos defectos son posterior a la cocción, y
pueden ser debido a la aparición en el soporte de eflorescencias de
sales solubles, colonias de hongos o levadura que facilita las
humedad del clima de Sevilla. Además los azulejos n.º 13 y 14
pueden estar mal colocados pongo un ejemplo de como podían ir.
2º
Esta totalmente demostrado que el lugar donde se encontró y
permanecido hasta nuestros días, no es el lugar originario de la
tumba, pues detrás de los azulejos no había nada. En
un libro que escribió José María Asencio1
en el Año 1880
, que ha salido a la luz gracias a la página de retabloceramico.net,
recoge la leyenda del esclavo negro asesinado por el marqués,
comenta
como
estaba en el año 1880:
“
forma
el sepulcro un arco embutido en
la pared, que solo se levanta cosa de un metro sobre el nivel del
pavimento, y desde la recta que forma cuerda hasta la clave del arco
estaba en hueco, sin
que podamos asegurar lo que allí había, por haberse rellenado y
enlucido posteriormente aquel vano”2.
Así
es como llega hasta nuestros en días, antes de su última
restauración.
3º
En la Real Parroquia de Santa Ana existe un lugar donde podría
situarse originariamente la tumba de un Mendoza, aunque fuera de
forma provisional, la Capilla de Madre de Dios. Justino Matute
describe esta capilla:
“La
capilla de Madre de Dios, que hace testero á esta nave debe poco
detenernos: en ella tiene ilustre enterramiento con bóbeda separada
los marqueses de Malagón, sus patronos, habiendo Gómez de
Santillán, su fundador, dotado allí de ricas capellanías, y otra
su muger Isabel de Saavedra, por testamento otorgado en Sanlúcar
del Aljarafe en 30 de abril 1498, en que encargan que los capellanes
sean hombres honestos y no públicos concubinarios.”3
Gómez
de Santillán( Sevilla
1425? en)
, ostento importantes
cargos en aquel tiempo, y su
mujer Isabel de Saavedra (Sevilla,1435-1498?),
fueron los patronos de la
capilla.
Isabel
de Saavedra, hija de “Gonzalo
Arias de Saavedra y Martel (Sevilla 1405- 1475?), Mariscal de
Castilla, comendador
mayor de la Orden de Santiago y miembro del Consejo de Enrique
IV.
Tercer hijo de Fernán Arias de Saavedra y de Leonor Martel Peraza,
comenzó su carrera como vasallo de Álvaro de Luna, a quien acompañó
en 1431 en su entrada en la vega de Granada.
” 4
1José
María Asencio, Arqueología. Azulejos de Triana. Sepulcro notable
pag. 1880. Se conserva en la Biblioteca de la Universidad de
Sevilla, entre los fondos cedidos por D. Luís Montoto.
2José
María Asencio, op. cit. Pag 11.
3Justino
Matute op. cit. página 22
4Biografías
de Gonzalo de Saavedra ,Real Academia de la Historia.
http://dbe.rah.es/biografias/39362/gonzalo-de-saavedra
Recordemos
que 1460 Íñigo López se casa con la hija de Álvaro de Luna,
María de Luna y Pimentel. También viene bien reseñar que
“Íñigo
López recibió de Enrique IV el título de conde de Saldaña, que en
adelante sería la distinción del heredero de la casa ducal del
Infantado”1.
Gonzalo
de Saavedra
“acumuló
cargos tan relevantes como la lugartenencia de los alcázares y
atarazanas de Sevilla, la alcaidía del castillo de Triana, el
control de varias veinticuatrías hispalenses y una alcaldía mayor
de la justicia de Sevilla y su tierra.”2
Isabel
de Saavedra, también era hija de Inés de Rivera , perteneciente a
la casa de los Ribera, y nieta de Pedro
Vazquez de Rivera, Señor del Rincón de Tablada.
Fueron
patronos a la muerte de Isabel , su hermana María de Saavedra
(?-1526)
y su marido Diego
Pardo de Deza (?-1517), padre del I señor
de Malagón, origen
del marquesado, perteneciente al linaje de los Enriquez.
Ares
Pardo de Saavedra I señor de Malagón (?-1561)
y
su esposa Guiomar Zapata Carrillo de Mendoza V
condesa de Priego
(?-1540),
que
continúan
con el patronaje de la capilla.
El
título de Condes de Priego. lo
otorga
Enrique IV de Castilla a Diego Hurtado de Mendoza (¿-1480)
,
marido de Teresa Carrillo, VI señora de la villa de Priego, en 1465.
Desde entonces se
unen los
linajes
de los Carrillo y
Mendoza, modificando
el
apellido por el de Carrillo de Mendoza. Diego
hurtado de Mendoza era nieto Pedro
González de Mendoza (¿-1385),
el héroe de Aljubarrota. e
hijo de
Íñigo López de Mendoza I
señor de Castilnovo.
Cuando
Justino Matute describe esta capilla, en 1818, “
en
ella tiene ilustre enterramiento con bóbeda separada los marqueses
de Malagón , sus patronos”3.
En
la capilla, en la actualidad, se venera la imagen titular de la
Hermandad de Madre de Dios del Rosario, que tiene su sede en esta
parroquia, sobre un retablo barroco. La capilla que coincide con el
ábside de la iglesia, se puede observar que ha sido modificada y
reducida en su tamaño y
de los enterramientos de los marqueses de Malagón no queda huella.
4
Las
vestiduras del personaje a
todo el mundo ha extrañado, pues
no la considera propias de un esclavo del siglo XVI . José María
Asencio nos
hace otra
significativa anotación:
“Yace,
pues, allí un esclavo enterrado desde 1503 ; y
se repara en la ropa amarilla, en el gorro morado que cubre su cabeza
, y hasta en la sencilla cruz que tiene sobre el pecho, se encontrará
algo de particular. Un esclavo con sepultura es cosa rara; pero se
dice que aquel esclavo fue asesinado, que el matador costeó el
sepulcro… tradiciones ó consejas cuya exactitud no hemos podido
comprobar.”4
1
Biografías de Íñigo López de Mendoza
http://dbe.rah.es/biografias/16500/inigo-lopez-de-mendoza
2Biografías
de Gonzalo de Saavedra ,Real Academia de la Historia.
http://dbe.rah.es/biografias/39362/gonzalo-de-saavedra
3Justino
Matute op. cit. página 22
4José
María Asencio, 0p cit, página 12 .
Gestoso o Davillier, historiadores que fueron los primeros de hablar de el azulejo junto Asencio, mostraron su extrañeza por las vestiduras que presenta la Lauda, no concuerda con la de un esclavo de aquella época. Efectivamente es más propia de un noble y posiblemente el uniforme del mismo, como trataremos de exponer. En el siglo XV y XVI, era muy frecuente ser enterrado con
hábitos
de ordenes religiosa , de caballería, de la casa o linaje, y este
puede ser el caso de Iñigo López de Mendoza y Luna que se destaco,
al igual que la mayoría de los Mendoza en defender todas las
tradiciones y grandeza que representa sus apellidos.
El
color de los Mendoza , que distingue el escudo de arma de la
legendaria familia española esta presente en el hábito fúnebre del
difunto retratado. Esos colores son el amarillo y el verde.
Estos
colores los podemos ver en el retrato que se conserva en el Museo del
Prado del Cardenal Pedro González de Mendoza, que
no
viste con los colores cardenalicio, sino con los colores de la casa
de los Mendoza.
En
los distintos escudos que han usados todo el linaje de los Mendoza
siempre ha estado presente esos dos colores el sinople y el oro ( el
verde y el amarillo).
ARMAS
QUE USO EL I MARQUÉS DE SANTILLANA
|
ESCUDO
MENDOZA. Antiguas
armas
|
ESCUDO DE ÍÑIGO LÓPEZ DE
MENDOZA Y LUNA.
|
EL CARDENAL PEDRO GONZÁLEZ DE MENDOZA CON LOS COLORES CARDENALICIOS |
ELCARDENAL PEDRO GONZÁLEZ DE MENDOZA CON LOS COLORES DE LOS MENDOZAS Museo del Prado Madrid |
ÍÑIGO LÓPEZ VESTIDO CON LOS COLORES DE LOS MENDOZA Y LA CRUZ SOBRE EL PECHO |
ÍÑIGO
LÓPEZ DE MENDOZA I MARQUÉS DE SANTILLANA. Abuelo de Íñigo López
de Mendoza. Llevando la cruz y la bolsa
Es
tos no son los únicos detalles , si observamos el retrato de Íñigo
López de Mendoza I marqués de Santillana , al que tanto admiraban
todos los Mendoza, lleva una cruz sobre su pecho y una pequeña bolsa
al cinto. En el retrato del azulejo aparece esa sencilla cruz ,
además de verse entre las manos lo que podía una bolsa, ya que no
coincide con las mangas de la figura.
La
posible hipótesis sobre el enterramiento provisional en Sevilla,
hasta que se terminara su túmulo en Guadalajara, pudo ser debido a
que le sorprendiera la muerte en la ciudad hispalenses en los
numerosos viajes que hizo a ella. Es evidente que la familia Mendoza
tiene una gran vinculación con la ciudad, donde existía una de sus
más importante ramas, siendo lugar de reunión por diversa
efemérides.“En
1482, la recepción de la bula papal por la que Pedro González de
Mendoza se convertía en cardenal y arzobispo de Toledo, dio ocasión
a que los Mendoza, entre ellos Infantado, celebrasen fiestas en
Sevilla, donde muchos de ellos se encontraban reunidos en el ejército
real. En los primeros años de la guerra, el II duque envió tropas
reclutadas en sus estados junto con caballeros de Guadalajara y de
las ramas laterales de Mendoza a los que se sumaron en ocasiones sus
hijos varones”1
En
1502 muere su primo el cardenal Diego Hurtado de Mendoza y Quiñones
en Sevilla, este pudo un motivo de viajar a la ciudad del
Guadalquivir una vez más, donde posiblemente le sorprendería la
muerte. Fuese cual fuese el motivo o la ocasión, le debió de
suceder en Sevilla, y una vez trasladado al convento de San
Francisco, donde había manifestado ser enterrado, se deshizo el
monumento funerario y borrado el apellido que lo identificaba.
Ciertamente, la obra se quiso mantener y no ser destruida, ya que era
de un respetado maestro azulejero,
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LAUDA
SEPULCRAL DE ÍÑIGO LOPES- Los azulejos de aristas que lo enmarcan
podrían pertenecer al conjunto funerario original realizado por
Niculoso.
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SEPULCRO
EN LA PARROQUIA
DE LAS FLORES DE ÁVILA REALIZADO POR NICULOSO. Se puede apreciar
la combinación
de azulejos
planos y de aristas
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SEPULCRO
DE LAS FLORES
DE ÁVILA. Fotografía de Juan Cabré Aguiló .Instituto de
Patrimonio cultural de España. Mantenía la placa de mármol central
con inscripción, hoy desaparecida
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SEPULCRO
DE LOS GUZMANES , IGLESIA DE OMNÍUM
SANCTORUM
SEVILLA. La utilización de la cerámica para los monumentos era
habitual
entre las familias de la
nobleza
sevillana
durante
el siglo XV y XVI. ,
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